Escenario: Una cafetería. Acabas de reunir el valor necesario para decirle a la mujer Sagitario que la amas, pero justo antes de poder abrir la boca y decirle, ella te mirara con sus enormes e inocentes ojos azules (o castaños, luminosos y directos) y te preguntara con toda curiosidad: "Dime, ¿Como te sientes siendo tan bajo? ¿No te pone neurótico nada de eso?" Mientras tragas saliva con un viril intento de rehacerte ella agrega: "Pero no te preocupes! Hay muchos hombres bajos en la historia, como Napoleon o LaGuardia!!" Tal vez te sientas ligeramente insultado u ofendido, pero justo antes de marcharte, (pensando que no ha existido una mujer que mas se merezca que la dejes plantada) ella te susurra con una voz dulce: "Por que, honestamente a mi me enferman los hombres de la altura de un telégrafo. Tu eres perfecto. Esta noche cuando veníamos caminando me fije que tenemos la altura justa para estar juntos." Vuelve a sentarte, que te quedaras por mucho tiempo...